Amenaza al cuello de botella del petróleo

Europa Press
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El estrecho de Ormuz, un paso clave para el comercio de crudo mundial, está en riesgo de cierre por la guerra entre Irán y EEUU

Amenaza al cuello de botella del petróleo - Foto: Ali Haider (EFE)

El estrecho de Ormuz, uno de los pasos comerciales más importantes del mundo por donde circula el 20 por ciento del petróleo del planeta, podría convertirse en uno de los principales puntos calientes en el conflicto en Oriente Próximo ante la recomendación del Parlamento de Irán para su cierre en respuesta a los bombardeos de Estados Unidos contra tres instalaciones nucleares del país.

Los bombardeos, con los que Washington se sumó a la ofensiva desatada el 13 de junio por el Ejército israelí contra el país centroasiático han llevado a Teherán a sopesar este extremo, si bien por ahora no hay una decisión oficial.

El estrecho, situado entre Irán y Omán y que conecta el golfo de Omán con el golfo Pérsico, juega un papel clave en la economía internacional, especialmente en lo relativo a la exportación de petróleo y gas desde Oriente Próximo, por lo que su cierre podría tener un gran impacto a nivel mundial.

La zona, considerada como uno de los principales puntos de estrangulamiento para el comercio, tiene una importancia estratégica y su bloqueo podría ser llevado a cabo por Irán de forma total o parcial, debido a sus propios intereses económicos, si bien Washington y la Unión Europea (UE) ya han advertido contra este paso.

El estrecho, que tiene una anchura de entre 34 y 90 kilómetros, acoge rutas comerciales por las que pasa aproximadamente el 20 por ciento del petróleo mundial, por lo que cualquier medida que afecte a las operaciones en este área podría provocar que los precios del petróleo se disparen y desencadenar una reacción en cadena a nivel económico.

Así, el bloqueo de este paso podría impactar a través de un aumento de los precios de bienes y servicios a nivel mundial, con economías como las de China, India, Corea del Sur o Japón entre las más afectadas, dado que figuran entre los principales importadores del petróleo de Irán, pero también de otros países del Golfo como Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos (EAU), Irak, Kuwait o Qatar.

De hecho, es Arabia Saudí el país que más petróleo exporta a través de esta vía, si bien Irán también es uno de los principales exportadores, con China como principal comprador, lo que podría provocar un aumento de los costes de fabricación e impulsar una oleada inflacionaria en todo el mundo.

La posibilidad de que Ormuz sea cerrado aumentó drásticamente a raíz de los bombardeos estadounidenses, que llevaron al Parlamento de Irán a aprobar una resolución recomendando echar la llave a esta arteria clave para el comercio global. Las autoridades iraníes ya amenazaron en el pasado con cerrar el paso y, si bien nunca antes lo hicieron, la gravedad de la situación y el hecho de que Israel y Estados Unidos hayan lanzado una dura ofensiva militar podría llevar a Teherán a considerar seriamente esta opción como respuesta no convencional.

La situación más cercana fue la vivida durante la guerra entre Irak e Irán (1980-1988), cuando ambos países empezaron a atacar petroleros como medio de presión económica, lo que llevó a Estados Unidos a establecer escoltas con buques militares para intentar garantizar que estos barcos no se convertían en objetivo de las fuerzas iraquíes de Sadam Husein o las de la recién creada República Islámica.



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